lunes, 11 de marzo de 2013

Las especies de tiburón y raya amenazadas por el comercio contarán con mayor protección

Un marrajo sardinero 'Lamna nasus', (CITES)

A la segunda fue la vencida. Tras el fallido intento en 2010, la propuesta para otorgar más protección frente al comercio internacional a varias especies de tiburón y raya amenazadas ha logrado obtener más de dos tercios de los votos necesarios para su aprobación. La votación ha tenido lugar durante la 16 Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadasde Fauna y Flora Silvestre (CITES) que hasta el 14 de marzo se celebra en Bangkok.


Las especies propuestas para la inclusión en el Apéndice II son el tiburón oceánico ('Carcharhinus longimanus'), tres especies de tiburón martillo ('Sphyrna lewini', 'Sphyrna mokarran', 'Sphyrna zygaena'), el marrajo sardinero ('Lamna nasus') y dos especies de mantarayas ('Manta birostris' y 'Manta alfredi').

Pese a la alegría de las organizaciones conservacionistas por los resultados de la votación, largamente esperada, habrá que esperar a que esta decisión sea confirmada durante la sesión plenaria final que se celebrará durante la última jornada de la cumbre.

En concreto, los países han respaldado la inclusión de estas cinco especies en el Apéndice II del convenio CITES, en el que figuran especies que no están necesariamente amenazadas de extinción, pero que podrían llegar a estarlo a menos que se controle de forma estricta su comercio. En 2010, las mismas especies fueron propuestas para la inclusión en ese capítulo, pero no se aprobó.

Sopa de aleta

Se calcula que alrededor de 100 millones de tiburones mueren cada año para preparar sopa de aleta, un manjar muy apreciado en países asiáticos como China, Japón, Singapur y Tailandia, y por el que se pagan altas cantidades de dinero. Asimismo, la carne de tiburón también se consume, sobre todo en Europa, América Central y Sudamérica.

Aleta de tiburón en Tailandia. (Carmen Arufe/WWF)
Por lo que respecta a las mantarayas, sus agallas son muy apreciadas para la medicina tradicional china. Los grupos conservacionistas sostienen que la protección de sus poblaciones no sólo ayuda al futuro de las pesquerías sino que también impulsa el turismo sostenible de buceo en todo el mundo, una actividad que genera importantes beneficios económicos a algunas localidades.

Sonja Fordham, de Shark Advocates International, ha mostrado su satisfacción por el resultado de las votaciones de este lunes: "Tenemos la esperanza de que estas decisiones históricas se confirmen en el pleno que se celebrará a finales de esta misma semana. Estas especies de tiburones amenazadas y objeto de un importante comercio necesitan urgentemente protección frente a un comercio no sostenible que está poniendo en peligro a las poblaciones de estos animales, los ecosistemas, el medio de subsistencia de las comunidades dependientes y el turismo ecológico", ha explicado en una nota de prensa difundida por la organización Pew.

Por su parte, Carlos Drews, director del programa internacional de especies de WWF y jefe de la delegación que ha viajado a Tailandia, calificó el resultado de la votación de "momento histórico" y se felicitó de que los gobiernos hayan tomado su decisión siguiendo las recomendaciones de los científicos.

Según Drews, el respaldo a las propuestas para otorgar más protección a estas especies "demuestra que los gobiernos del mundo apoyan la pesca sostenible y están preocupados por la explotación excesiva de los tiburones y las rayas para su uso comercial. La decisión será crucial para frenar la sobrepesca desenfrenada que está empujando a estos animales al borde del colapso", añadió.

El papel de los países sudamericanos

Los países de Sudamérica, en particular Brasil y Colombia, han sido los más activos a la hora de reclamar la protección para estas especies, pues han sido los principales impulsores de las propuestas. Según ha detallado WWF, Colombia, Brasil y EEUU propusieron la inclusión del tiburón oceánico. La propuesta para introducir en el Apéndice II a tres especies de tiburón martillo fue encabezada por Colombia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México y Dinamarca. Detrás de la propuesta para el marrajo sardinero estaban Brasil, Comoros, Croacia, Dinamarca y Egipto mientras que Colombia, Brasil y Ecuador lideraron la iniciativa para limitar el comercio de las dos especies de mantarayas.

En el otro frente se encontraban Rusia y algunos países asiáticos, como Japón, China o Tailandia, que defienden que CITES no es el foro adecuado para regular la pesca de especies que tienen un alto valor comercial. Asimismo, sostienen que es complejo identificar la especie por la aleta, algo que han refutado otros países, que aseguran que distinguir la aleta del tiburón martillo o del océanico es fácil por su morfología.

A lo largo de la cumbre de Bangkok se van a debatir un total de 70 propuestas para modificar la protección de especies de fauna y flora.

Fuente: El Mundo 

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