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sábado, 27 de julio de 2013

Escalada invernal al espectacular Cerro Standhardt

Thomas Senf es un fotógrafo y alpinista alemán que en agosto del año pasado se unió a los expertos Ralf Weber y Stephan Siegrist en la aventura de escalar en pleno invierno el Cerro Standhardt. Se trata de una de las agujas del Cerro Torre en la Patagonia, lugar de espectaculares paisajes montañosos.

Puesta de sol sobre el Cerro Standhardt, foto de Thomas Senf

domingo, 11 de noviembre de 2012

Retratando el alma del animal

Retrato de unos chimpancés, fotografía de Steve Bloom

Steve Bloom es un escritor y fotógrafo sudafricano afincado en Inglaterra y co-fundador de una de las compañías de efectos especiales fotográficos más importantes de Londres. A principios de los noventa, mientras estaba de vacaciones en un safari, quedó tan maravillado fotografiando animales que cambió su vida para convertirse en fotógrafo de viajes.

lunes, 16 de julio de 2012

Reza Deghati: el fotógrafo de las causas justas


Mundo en deuda. El retrato de una
niña afgana, en 2004.
"Es la forma de relacionarme con los otros lo que me permite ser optimista. No me considero un fotógrafo de guerra. Más bien soy un fotógrafo de la paz. Tengo la ilusión de que mostrando la guerra voy a poder cambiar algo del modo en que la gente la percibe." 

Este pensamiento pertenece a uno de los hombres más destacados de una corriente de la fotografía de prensa que, a principios del siglo pasado, buscó trascender el restringido mundo de los medios gráficos, profundizando en temas sociales con la intención de provocar un cambio positivo en la realidad que describían. 

El hombre que pronuncia tamaña frase es el iraní Reza Deghati, cuyo comienzo como reportero estuvo signado por el abismo emocional que provoca el exilio. Nacido en 1952 en Tabriz, sufrió la cárcel y la tortura del régimen del Sha por su actividad como fotógrafo independiente. El exilio en Francia en su juventud y su destacada labor como corresponsal en zonas de conflicto para la revista National Geographic fueron el punto de partida de una actividad que se ha extendido por más de treinta años y que lo involucra no sólo como fotógrafo y cineasta: su trabajo humanitario ha superado los límites de la profesión hasta culminar en 2001 con la fundación de AINA, una organización no gubernamental para impulsar el desarrollo de la sociedad civil a través de la educación, la comunicación y la diseminación democrática de la información.

Este hombre -como sus contemporáneos Steve McCurry, Sebastiao Salgado o James Natchweiy- es ejemplo cabal de esa corriente que cree en la imagen como una fuerza transformadora: uno de esos fotoperiodistas que han logrado, aunque sea circunstancialmente, cambiar en algunos casos el rumbo de los acontecimientos.

"En 1995, después del genocidio en Ruanda, quedaron más de 20.000 niños separados de sus padres en los campos de refugiados. Me pregunté si la fotografía tenía algún poder para cambiar esta situación. En conjunto con la Cruz Roja y Unicef iniciamos un trabajo de identificación de esos niños. Se llamó Retratos de los niños perdidos. Instalamos una gran cantidad de puestos para entrenar a los refugiados en la técnica básica del retrato y les dimos cámaras. Hicimos cinco copias de esas fotografías y montamos varias de muestras en puntos estratégicos de los campos. Allí, los padres podían identificar al menos por el parecido a algunos de sus niños perdidos. Luego, tenían que contestar un cuestionario de 25 preguntas para asegurarnos de que la conexión entre ellos estuviera fundamentada por otros datos. En cuatro meses, más de 3500 niños se reencontraron con sus familias", cuenta Reza.

Reza también obtuvo en 1983 un World Press Photo por su serie de fotos sobre la resistencia afgana a la invasión soviética.

Mira algunas de las excelentes fotografías de Reza Deghati:

Retratos de niños perdidos, así se llamó el proyecto que realizó junto con la Cruz Roja y Unicef luego del genocidio de Ruanda, en 1995, por el que 20.000 chicos quedaron separados de sus padres. A partir del trabajo fotográfico, más de 3500 se reencontraron con sus familias.

Retratos de niños perdidos, así se llamó el proyecto que realizó junto con la Cruz Roja y Unicef luego del genocidio de Ruanda, en 1995, por el que 20.000 chicos quedaron separados de sus padres. A partir del trabajo fotográfico, más de 3500 se reencontraron con sus familias.

Retratos de niños perdidos, así se llamó el proyecto que realizó junto con la Cruz Roja y Unicef luego del genocidio de Ruanda, en 1995, por el que 20.000 chicos quedaron separados de sus padres. A partir del trabajo fotográfico, más de 3500 se reencontraron con sus familias.

Jugar al espejito. Niños afganos se divierten mientras imitan al fotógrafo, en una imagen de 1985. Reza Deghati pasó su vida retratando las calles y la gente de los lugares más crudos donde, a través de su cámara, busca cambiar la realidad. 

El retrato más famoso. Ahmad Shah Massoud, líder de la rebelión afgana contra la invasión rusa en los años 80 y contra los talibanes en los 90, fue muy cercano a Reza.

A girar. Un ritual tradicional en un monasterio en Turquía, donde mevlevíes o derviches giradores realizan su clásica danza. 

A la sombra. Siluetas de afganos y fusiles, durante la invasión soviética. Esta imagen integró la serie premiada en 1983 con un Word Press Photo.

En pantalla. Dos niños kurdos cruzan la calle cargando restos de un televisor (1993). 

Reza Deghati.

El fotógrafo en su tarea docente.

Retratos de niños perdidos, así se llamó el proyecto que realizó junto con la Cruz Roja y Unicef luego del genocidio de Ruanda, en 1995, por el que 20.000 chicos quedaron separados de sus padres. A partir del trabajo fotográfico, más de 3500 se reencontraron con sus familias.


Fuente: La Nación

lunes, 2 de julio de 2012

El fotógrafo que arriesga la vida en el fondo del mar

El fotógrafo Brian Skerry arriesga su vida nadando junto a las criaturas más peligrosas del mar, desde ballenas gigantes a tiburones. En esta imagen se aprecia una raya de cola corta, cuyo aguijón de hasta 30 centímetros puede causar heridas graves en humanos. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

En su libro "Ocean Soul" (algo así como "alma oceánica", en español), Skerry cuenta sus experiencias y descubrimientos en 35 años de exploración submarina. En la foto puede verse un pez payaso dentro de una anémona en Japón. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

Skerry, de 50 años, dice ser "un explorador del océano" y sentir interés por el ambiente marino desde los 13 años de edad. En esta foto se le ve nadando en un arrecife de coral. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

"La fotografia submarina es muy desafiante, porque no puedes usar una lente telescópica, sino que es necesario acercarse mucho a los objetos. La luz es complicada y se trabaja en un ambiente desconocido", señala. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

Skerry ha fotografiado grandes depredadores como el tiburón blanco que puede verse en esta foto. Los ejemplares de esta especie pueden medir más de 4 metros. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

Skerry dice que la mayoría de los animales que retrata sienten "curiosidad" por él. "El animal permite que me acerque mucho, me tolera", indica. "Espero no darles una impresión amenazadora", agrega. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

"El océano es como un caleidoscopio gigante, está siempre cambiando", apunta Skerry, quien viaja por diversos países haciendo fotos. Aquí, un pez papagayo junto a un pez mariposa. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

El fotógrafo estadounidense llega a pasar tres días en un mismo emplazamiento, explorando y fotografiando diversas especies marinas. En la foto se ve un manatí de Florida. Los peces se agrupan para comer las algas que tiene pegadas al cuerpo. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

Un tiburón de pico fino fotografiado en las Bahamas. Skerry dice sentir un "miedo saludable" de los animales y le gusta aprender sobre ellos antes de zambullirse. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

"Hay otros peligros. El equipo puede romperse y se puede perder la visión y no encontrar el agujero para salir a la superficie si estás buceando bajo el hielo ártico". En esta imagen, una ballena franca austral fotografiada en Nueva Zelanda. Foto: Brian Skerry/Nat Geo Stock/Caters.

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